Hoy es el cumple 30 de una amiga y como regalo, nos escribió a 30 personas que de alguna manera influyeron o marcaron su vida, y nos pidió un consejo o reflexión que nos gustaría haber recibido a esta edad o algún aprendizaje que creamos que es indispensable para la vida.
Nos contó que se siente un poco perdida, entonces le escribí la siguiente carta, que cuando la leo, me doy cuenta que quisiera que fuera también para mí.
Asi que decidí compartirla para poder releerla y sentir que alguien me lo dice a mí:
Querida amiga,
Tuve que releer tu mail varias veces para poder responderte… Porque, sinceramente, estoy en la misma crisis (llamémosla así) jajaja.
No creo que seamos exageradas por sentir que se viene una nueva etapa o una nueva década. Yo quiero creer que va a ser la mejor: ya con un poco más de experiencia, conociendo nuestros límites, pero todavía jóvenes y con ganas de explorar.
Lo que sí nos choca, creo, es esa expectativa que teníamos hace 10 años de quiénes íbamos a ser a esta edad. En todos los escenarios que imaginábamos, éramos “exitosas”, porque nadie se proyecta frustrada. Entonces, sin darnos cuenta, antes de cumplir los 30 nos enfrentamos a duelos invisibles… por eso lloramos, nos angustiamos, nos replanteamos todo, aunque no sepamos bien por qué.
Y puede que estés cumpliendo lo que te proyectaste o que lo hayas superado incluso. Pero también puede que no estés ni cerca. Y no por eso estás fallando. Los deseos cambian, las prioridades también, y lo importante es si hoy —hoy— estás más cerca de lo que querés. De tu “quisiera”, no de tu “debería”.
Me pasa lo mismo: pensé que a esta edad iba a tener una vida muy distinta. Pero estoy empezando a soltar esa vara ajena con la que medía mi vida (y a veces sigo midiendo). No estoy atrasada. No hay un tiempo correcto. Estoy donde tengo que estar, y aprendiendo lo que tengo que aprender.
Por eso, amiga, ojalá tu nueva década te encuentre más conectada con vos misma, sin exigencias prestadas, sin guiones impuestos. Ojalá la transites con ternura, con humor, con valentía. Y ojalá siempre recuerdes que, aunque no tengas todo resuelto, estás viva, estás creciendo, y estás haciendo lo mejor que podés. Y eso ya es un montón.
Y si pudiera decirte algo, algo que ojalá me hubieran dicho a mí, es esto:
No llegás tarde a nada.
Estás justo a tiempo para todo lo que es verdaderamente tuyo.
No necesitás correr, ni compararte, ni encajar.
Tu vida ya tiene sentido, aún en la confusión.
Porque crecer también es eso: aprender a habitar el “no saber”,
y aún así, seguir amando la vida.Te abrazo fuerte y te quiero,
Mica
Hermoso 🥹♥️